El sindicato de paramédicos de la región de Waterloo está haciendo sonar la alarma sobre los crecientes tiempos de descarga de pacientes en los hospitales locales, destacando un escenario en el que los paramédicos brindan atención en los pasillos mientras lidian con un aumento en los tiempos de espera.
Retrasos persistentes en la descarga: un análisis profundo
Ante el aumento del volumen de llamadas y la congestión hospitalaria, junto con la escasez de recursos, los representantes de los paramédicos de la región de Waterloo expresan una presión innegable. El anuncio de dos incidentes de código rojo un miércoles por la mañana dejó al descubierto una cruda realidad: no había ambulancias disponibles para las llamadas de emergencia, lo que genera incertidumbre sobre los tiempos de respuesta.
Dave Bryant, vicepresidente de CUPE Local 5191, comenta: "El problema ha estado enconándose durante años, deteriorándose progresivamente. De hecho, la pandemia exacerbó la situación, pero sigue siendo una pieza de un rompecabezas mayor".
El quid de la descarga prolongada
Según las opiniones sindicales, el quid de la cuestión reside en la falta de financiación de la infraestructura sanitaria que se ajuste a la creciente población de Ontario. Bryant afirma: "Con los picos demográficos, es contradictorio pasar por alto el aumento paralelo de las demandas de atención sanitaria".
Las ramificaciones de las presiones sanitarias
Dentro de los pasillos del hospital, la escena se desarrolla con paramédicos brindando "atención médica en los pasillos", un término subrayado por la necesidad de atender a los pacientes en medio de limitaciones logísticas. Problemas menores que de otro modo podrían resolverse rápidamente están provocando estadías prolongadas y cuellos de botella, ya que todos los hospitales de la región colapsan ante duraciones prolongadas de descarga.
El efecto indirecto se extiende más allá de Waterloo, ya que los paramédicos recurren a recursos de las ciudades vecinas, lo que sin darse cuenta reduce sus servicios.
Abordar el agotamiento de los paramédicos y las tensiones sistémicas
Las condiciones extenuantes han obligado a los paramédicos a trabajar horas extras, y Bryant reveló: "Nuestros turnos convencionales de 12 horas ahora carecen de descansos y se extienden en promedio a 13 horas". Esta intensificación de las horas de trabajo está contribuyendo a un agotamiento generalizado, un malestar que no es exclusivo de los paramédicos sino que afecta a todo el personal sanitario.
Un llamado a la acción provincial
Si bien los esfuerzos regionales han visto un aumento en la contratación de paramédicos y un aumento en las flotas de ambulancias, la mirada del sindicato está fijada en la provincia para tomar medidas recíprocas. La narrativa es clara: más que iniciativas regionales, las intervenciones a nivel provincial son fundamentales para corregir los retrasos sistémicos y la escasez de recursos que enfrentan los servicios de salud de la región de Waterloo.